Hay algo mágico en el blanco.
Tiene la capacidad de transformar una mesa común en una escena llena de calma, armonía y luz.
En Alma, Boutique de Platos, creemos que la belleza está en lo simple: en esos pequeños gestos que convierten un almuerzo cotidiano en un momento con alma.
El blanco no pasa de moda. Es atemporal, versátil y profundamente elegante.
Funciona como un lienzo donde cada detalle cobra protagonismo: una flor seca, una servilleta de lino, una copa con reflejos dorados. Por eso, cuando elegís vajilla blanca, no solo elegís color: elegís serenidad, equilibrio y estilo.
Mesas que respiran calma
Una mesa blanca invita a bajar el ritmo.
La luz se refleja en cada plato y crea una atmósfera de pureza y frescura. Ideal para quienes aman los espacios luminosos, neutros y naturales.
Combiná tus platos blancos con materiales nobles: madera clara, lino, gasa o cerámica artesanal. Vas a lograr una mesa que transmite calidez sin perder elegancia.
Elegancia sin esfuerzo
El blanco combina con todo: podés usarlo solo o con detalles en arena, gris o azul boho.
Es el punto de partida perfecto para quienes disfrutan cambiar pequeños acentos según la estación o el ánimo del día.
Un plato blanco puede verse distinto con una rama de olivo en verano o una vela en invierno.
Esa es su fuerza: se adapta, pero nunca deja de brillar.
Nuestra inspiración
En Alma curamos colecciones que celebran esta simplicidad.
Desde los Platos Daisy Blanco, con su borde suave y romántico, hasta los clásicos Fushión Blanco, de líneas modernas y brillo sutil.
Cada pieza está pensada para acompañarte a crear mesas con alma, donde la belleza no sea un lujo, sino una forma de vivir lo cotidiano con más intención.
Porque el blanco no es vacío: es el espacio donde nace la luz.
Y esa luz es la que transforma tu mesa en un momento único.
Contás con nuestro asesoramiento permanente, porque en Alma, no ponemos la mesa, hacemos que tus mesas cuenten historias



